Transformada con respeto, esta casa conserva su vínculo con el entorno

Hiha Studio ha reformado la vivienda buscando una mejor orientación solar y el máximo aprovechamiento de la superficie. Como carta de presentación, una fachada simétrica, donde las celosías cerámicas resguardan la privacidad del interior. Con discreción, el frontal se alinea con los materiales del proyecto, la cerámica, presente en los suelos o la madera lacada de la carpintería.

Tras el vestíbulo, un insólito pasillo en curva acompaña a cada estancia. Una zona de paso, habitualmente residual, reconvertida con ingenio. Se han diseñado puertas continuas de suelo a techo, originando un juego visual a lo largo del corredor. Al final del cual, un espacio diáfano integra cocina, comedor y salón. La intimidad de un patio de nueva creación impregna de claridad la parte posterior de la parcela.

El interiorismo minimalista incluye una selección de piezas de Santa & Cole. El diseño de la silla Ramón, de Ramón Bigas, para el comedor. Una silla ligera de estructura metálica blanca con asiento y respaldo en médula natural. Ramón sostiene bien la columna protegiendo suavemente los riñones, lo que ofrece una generosa comodidad.

La lámpara Moragas, un objeto digno de contemplación. El cilindro de madera maciza de sapeli eleva su cabeza luminosa, cubierta por una pantalla de cinta con ribete de seda. Creada en 1957, se adapta con delicadeza a las necesidades lumínicas de cada ocasión.

En el salón, la FAD de pie, una pieza de iluminación regulable tanto en intensidad como en altura de la pantalla. A su lado, Cadaqués, un sofá de gran confort diseñado por los arquitectos Federico Correa y Alfonso Milá. Compuesto por una mullida plataforma tapizada y cosida a mano, permite una total funcionalidad.